Una verdad imposible
Jill comenzó a llorar de nuevo y otra vez ocurrió que su última lágrima, se convirtió en una lágrima de sangre sobre el tablero. ¿Por qué sólo la última lágrima de Jill? Todo era muy raro y para mí, inexplicable. Todos intercambiábamos con la mirada una misma pregunta: ¿Qué nombre será el que Alice comunique? Otra vez, el vaso se mueve, pero ahora la energía era diferente, parecía marcar un rumbo seguro. Tras varios minutos marcó las letras: R-E-B-E-C-A. Rebeca.
-¿Yo?- dijo Rebeca levantandose bruscamente. Esto es una farsa y no existe ningún espírtitu que se esté comunicando con nosotros, me habéis engañado, intentáis asustarme, todo es una broma. - dijo en un tono de voz algo irónico.
Rebeca pegó un salto , cogió el vaso y lo rompió fuertemente contra el suelo haciendolo estallar en mil pedazos. Ahora Rebeca había impedido el regreso de Alice a su mundo, ahora quedaba ibre y la perseguirí hasta matarla. Rebeca salió corriendo. A los pocos minutos ya casi no se veía a los lejos de la calle. Todos fijamos nuestras miradas en Jill buscando una respuesta a tanta pregunta.
-Veréis, Rebeca, Alice y yo nos conocimos en Manhatan, cuando estabamos en 3º de primaria. Antes, íbamos juntas a todos los lugares, hasta que Alice desapareció al año, cuando vinimos al instituto. Antes de desaparecer nos dijo que tenía muchos problemas pero no nos quiso contar nada. Y hasta hoy.
-¿Pero por qué estaba enfadada con Rebeca?- dije inquieto. Jill se encogió de hombros sin decir ninguna palabra. De pronto sentimos la presencia de alguien detrás de nosotros, pero no había nadie.
-¡Mirad, allí!¿Qué es quello?- dijo Carlos un tanto asustado. Seguidamente, todos miramos el lugar al que señalaba Carlos con su dedo índice. Cercana a la entrada del cementerio, había una gran cruz blanca y reluciente sobre un pedestal también blanco. Un mensaje aparecía como en letras ardientes en el frontal del pedestal:

Lo firmaba Alice...
-¿Por qué, Alice? Yo no te hice nada, fue todo culpa tuya... - dijo Jill. Ahora nadie entendía nada. Jill derramó unas lágrimas y de nuevo, su última lágrima se convirtió en una lágrima de sangre sobre el pedestal de la cruz, la cual hacía un contraste del blanco del pedestal con el rojo de la sangre.
-¿Qué está pasando? ¿Por qué la última lágrima de Jill se hizo sangre de nuevo? Mi cabeza no podía enlazar las piezas de este enigma.





